Abogado y enfermera lideraban banda que revendía autos robados y estafaba a aseguradoras

La organización criminal utilizaba facturas fraudulentas para inscribir automóviles sustraídos en encerronas y así venderlos.

Carabineros logró desbaratar una organización criminal dedicada al «blanqueo vehicular» que generaba empresas falsas para así vender automóviles robados. 

A través del allanamiento simultáneo a 10 domicilios de la región Metropolitana y Valparaíso, el personal policial detuvo a 11 antisociales, quienes generaban facturas fraudulentas para inscribir vehículos sustraídos en encerronas y portonazos, y así venderlos con una «nueva vida». 

«Era una organización criminal que se dedicaba al blanqueo vehicular y comercialización ilícita de vehículos, dándoles una nueva vida vehicular (…) se detuvo a 11 sujetos los cuales tenían diversos estratos dentro de la organización, desde financistas que inscribían empresas falsas o de ‘un día’ hasta los adquirientes de estos vehículos dentro del circulo automotriz», indicó el coronel Fernando Bozo, del Departamento de Encargo y Búsqueda de Personas y Vehículos (SEBV).

Más en detalle, el modus operandi de esta organización criminal «consistía en la creación de empresa fachadas, como automotoras, las que a través de facturas falsas le daban nueva identidad vehicular a autos que habían sido sustraídos en portonazos, encerronas o desde la vía pública. Se les daba una nueva vida y eran comercializados a compradores de buena fe», puntualizó el alto mando.

Es importante destacar que esta banda era liderada por un abogado y una enfermera, y también estaba compuesta por individuos con antecedentes penales.  

Además de la detención de las 11 personas, en el operativo se logró recuperar cerca de 25 vehículos e incautar drogas, armamento, dinero en efectivo, documentación de automóviles que tienen encargo vigente por robo y contratos fraudulentos de seguros automotrices.

Lo anterior permitió a Carabineros establecer un nuevo modus operandi para la comisión de delitos. Concretamente, esta misma organización criminal «les daba una nueva identidad a vehículos de alta gama». De esta forma, pasaban a tener una patente «inexistente».

A través de este método, los automóviles «eran asegurados y mediante la simulación de delitos violentos sobre estos vehículos, eran cobrados estos seguros y así se enriquecía esta organización», precisó el coronel Fernando Bozo.