Cómo China perdió Taiwán
Las tensiones entre China y Taiwán viven un nuevo capítulo de amenazas.
El anuncio de que Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes (la segunda en la línea presidencial), incluiría a Taiwán en su gira por Asia ha provocado enconadas críticas de Pekín, cuyo gobierno incluso ha amenazado con acciones militares.
Y finalmente este martes en la noche (hora local) Pelosi aterrizó en la «isla rebelde», lo que la convierte en la política estadounidense de más alto rango en viajar allí desde 1997.
Poco después del aterrizaje, la Cancillería de China condenó la visita y la calificó una «seria violación» de su soberanía nacional.
El viaje de Pelosi se produce también en medio de mayores tensiones entre Washington y Pekín, y en un contexto en el que China ha realizado varias incursiones aéreas y navales en la isla vecina.
Las causas
China ve a Taiwán como una provincia rebelde que se reunificará con el continente tarde o temprano.
No obstante, numerosos taiwaneses están en desacuerdo. Taiwán se ve a sí mismo como un país independiente, gobernado democráticamente, pese a que nunca ha declarado oficialmente su independencia.
Varios expertos internacionales han señalado que la disputa entre Pekín y Taiwán amenaza con convertirse en un enfrentamiento armado con profundas implicaciones internacionales.
¿Cuál es la historia y la fuente de la tensión?
En 1895, después de la victoria de Japón en la primera guerra sino-japonesa, el gobierno Qing no tuvo más opción que ceder Taiwán a Japón.
Pero, después de su rotunda derrota en la Segunda Guerra Mundial, Japón tuvo que renunciar al control de todos los territorios que había ocupado en China.
La entonces República de China, uno de los países vencedores en esa guerra, empezó a gobernar Taiwán con el consentimiento de los aliados Estados Unidos y Reino Unido.
Sin embargo, la guerra civil de China, que se había iniciado en 1927, continuó tras la II Guerra Mundial y, pocos años más tarde, las tropas del gobierno de Chiang Kai-shek fueron derrotadas por las fuerzas comunistas lideradas por Mao Zedong.

Chiang Kai-shek, Líder de China antes del triunfo de los comunistas.
Chiang y lo que quedaba de su gobierno nacionalista del Kuomintang (KMT) se refugiaron entonces en la isla de Taiwán, en 1949, proclamando la República de China en ese territorio, defendiendo que seguían siendo su gobierno legítimo.
Este grupo de personas, a las que se conoce como chinos continentales y que contaba con cerca de millón y medio de personas, dominó la política taiwanesa durante muchos años, aunque sólo representa el 14% de la población.
Tras heredar una dictadura de facto, y enfrentando la presión de la sociedad contraria al régimen y un movimiento democrático naciente, el hijo de Chiang, Chiang Ching-kuo, empezó a permitir un proceso de democratización en la isla.
El presidente Lee Teng-hui, conocido como el «padre de la democracia» en Taiwán, lideró los cambios constitucionales que llevaron a la apertura política y que eventualmente conllevaron a la elección del primer presidente no ligado al KMT, Chen Shui-bian, en el año 2000.
¿Cuál, entonces, es el estatus de Taiwán?
Hay confusión y desacuerdo sobre lo que Taiwán es en realidad y cómo debe llamarse.
China considera a Taiwán como una provincia separatista y está comprometida con la reunificación, por la fuerza si es necesario.
Pero el liderazgo taiwanés asegura que es mucho más que una provincia, arguyendo que es un Estado soberano.
Taiwán tiene su propia Constitución, líderes democráticamente electos, y unas 300.000 tropas activas en sus fuerzas armadas.
El gobierno de la República de China (RDC) bajo Chiang Kai-shek, que huyó a Taiwán en 1949, declaró en un comienzo que representaba a toda China y que tenía la intención de retomar todo el territorio de nuevo.
Esta república ocupó un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU y fue reconocida por muchas naciones occidentales como el único gobierno de China.
No obstante, en 1971, la ONU transfirió el reconocimiento diplomático a Pekín y el gobierno de la RDC fue expulsado. Desde entonces, el número de países que reconoce diplomáticamente a la RDC ha caído a 13 naciones, más la Santa Sede.
Dada la gran brecha entre estas dos posturas, la mayoría de los países parecen contentarse con aceptar la actual ambigüedad. Así que Taiwán posee la mayoría de las características de un Estado independiente, aunque su estatus legal sigue siendo confuso.
¿Qué aliados tiene Taiwán?
Estados Unidos es, con diferencia, el amigo más importante de Taiwán y su único aliado.
La relación, forjada durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, atravesó su período más difícil en 1979, cuando el presidente Jimmy Carter terminó el reconocimiento diplomático de Washington a Taiwán para concentrarse en los crecientes vínculos con China.
En respuesta, el Congreso de EE.UU. aprobó el Acta de Relaciones con Taiwán, mediante la cual prometía suministrar armas defensivas a Taiwán, resaltando que cualquier ataque de China sería de «grave preocupación» para EE.UU.
Desde entonces, la política de EE.UU. ha sido descrita como de «ambigüedad estratégica», en busca de equilibrar el surgimiento de China como potencia regional con la admiración a Taiwán por su éxito económico y democratización.
El papel crucial de EE.UU. quedó claramente demostrado en 1996, cuando China realizó unas pruebas de misiles para intentar influir en las primeras elecciones presidenciales directas.
En respuesta, el entonces presidente Bill Clinton ordenó el mayor despliegue militar de EE.UU. en Asia desde la guerra de Vietnam, enviando buques al Estrecho de Taiwán y un claro mensaje a Pekín.
En 2018, en contra de los deseos de Pekín, el presidente Donald Trump firmó una ley que permite a funcionarios estadounidenses viajar a Taiwán y reunirse con sus pares para estrechar relaciones.
Luego, en agosto de 2020 y en el contexto de la pandemia de coronavirus, Trump envió a un miembro de su gabinete, el secretario de Servicios de Salud y Humanos, Alex Azar, a Taiwán. Fue el más alto funcionario del gobierno estadounidense en visitar la isla en décadas, hasta ahora.